Lusmila Valdivia es una mujer de 41 años que actualmente reside en Huarochirí, específicamente en el barrio de Santa Eulalia. Se unió a la comunidad en 2011 con sus hijos Bryan, Abel y Justin. Desde pequeña, le ha gustado bordar y tejer, lo que la llevó a emprender un negocio. Al crecer, se sintió atraída por la pasión de sus compañeros Shipibo por el bordado y el tejido, por lo que se unió a ellos y aprendió de su arte.
Su negocio se especializa en la producción de guantes, gorros, bufandas y pulseras de hilo y lana, bordados y tejidos para quienes prefieren estos materiales para prendas exteriores. Lusmila conoció a Nassf a través de Liccet
Suárez, fundadora de la Red Eco-Voluntariado, que proporciona materiales a emprendedores y apoya su éxito, ayudándoles a generar ingresos adicionales para ellos y sus familias. Para Lusmila, afiliarse a Nassf significó obtener los fondos necesarios para cubrir los gastos de su familia al vender sus productos más rápidamente, un avance por el cual está sumamente agradecida.
Con la mirada puesta en el futuro, Lusmila alberga el sueño de tener su propia tienda de artesanía. En este espacio, no solo podrá exhibir y vender las prendas confeccionadas con sus propias manos, sino también mostrar su pasión por la jardinería a través de plantas cultivadas y decoradas con esmero.
Lusmila Valdivia es un ejemplo de perseverancia y dedicación. Su historia es un testimonio de cómo la pasión, el aprendizaje y el apoyo de la comunidad pueden transformar un talento en un negocio floreciente. Con cada puntada y cada tejido, Lusmila no solo crea prendas hermosas, sino que también entrelaza su amor por la artesanía con su búsqueda de un futuro mejor para ella y su familia.