Jacob Quevare es un pintor amazónico y descendiente de la tribu original Bora. Nació en 1992 en la comunidad de Pucaurquillo, ubicada en la Cuenca del Río Ampiyacu, en el distrito de Pebas, región Loreto, Perú. Desde temprana edad, demostró una habilidad innata para plasmar en papel lo que veía a su alrededor: “Cuando caminaba por la chacra con mis padres, dibujaba todo lo que observaba en mi cuaderno”.
Finalmente, Jacob inventó la técnica de la “Llanchama”, que consiste en utilizar una tela duradera y gruesa elaborada a partir de la corteza del tradicional árbol ojé amazónico. Esto le permitió utilizar por primera vez su pincel con colores naturales extraídos del bosque.
En 2010, completó sus estudios secundarios y dos años después, en 2012, ingresó a la Universidad Nacional de la Amazonía en Perú, donde se especializó en antropología social. Esta elección fue crucial para ayudarlo a conectarse más con su cultura, historia y costumbres, especialmente con la naturaleza. Esta conexión se ve reflejada en sus diversas obras de arte, donde expresa la realidad de los diferentes pueblos de la Amazonía peruana.
«Mi pintura marca ese eje: demostrar cuán valiosa es la naturaleza, mi cultura, mi historia y los mitos. Somos un pueblo generador de tabaco, yuca y de la planta de coca. Esta realidad la demuestro en mis pinturas», afirma Jacob. Así, fusiona sus estudios antropológicos con su talento artístico, creando pinturas que son un testimonio visual de su herencia.
«De esta manera, vamos aprendiendo a valorar las costumbres e historias transmitidas por nuestros abuelos y antepasados, que pasan de generación en generación hasta nuestros días. Esto refleja mi arte, mi cultura ancestral», concluye Jacob, enfatizando cómo su trabajo se convierte en un puente entre el pasado y el presente de su pueblo.